Una vieja andanza (Relato)
Página 1 de 1.
Una vieja andanza (Relato)
Continuación de:
_________________________________________________________________
Segunda Parte - Comenzando nuestra historia
Esa tarde teníamos una gran puerta de roble tallado frente a nuestros ojos. Sus bisagras poseían algo de oxido pero aun así se notaban muy resistentes, no estuvimos mucho tiempo parados hasta que un hombre de mediana edad bien fornido y con su ropaje algo descuidado salio de una pequeña puerta lateral que se encontraba no muy lejos. Termino siendo el Vasallo del Conde Allvhin, bastante amable tengo que decir.
Nos introdujo dentro de la estructura mostrándonos las secciones mas visibles mientras esperábamos que el conde se preparase, los enanos miraban a todos lados poco sorprendidos a pesar del tamaño del castillo, era de esperar, sus estructuras eran diez o incluso quince veces mas grande que esta.
Fue al poco tiempo que el Conde se mostró. Un hombre un poco mas alto que yo y de fina presencia, poseía una pequeña cicatriz en su nariz y su mirada parecía bastante decidida, sin duda era de carácter fuerte.
Nos puso al tanto de la situación, Emmeth como siempre actuaba como nuestro vocero, sin duda el porte que el tenia era el adecuado ya que yo era un hombre de pocas palabras y los enanos no soy muy propios para hablar temas delicados. No hace mucho que el Conde Allvhin había tomado posesión del castillo, por lo que la administración de sus alrededores aun no estaba establecida por varios inconvenientes, uno de ellos eran los ataques de pequeños grupos de orcos que azotaban la región. Como bien nos explico sus hombres aun se encontraban demasiado lejos para acudir a ellos, ahí estaba el por que nuestro servicio. Nuestra misión era simple, solo teníamos que acabar con el campamento orco, parecía fácil.
Ya habíamos arreglado todo lo que concernía a nuestra misión, o mejor dicho, Emmeth se había encargado de ello. En el gran comedor se encontraba un estupendo banquete esperando por nosotros, como siempre fueron los enanos quienes comenzaron con impaciencia hasta el punto de casi pelear por las piezas de pavo que abundaban sobre la mesa. El Conde nos acompaño en la mesa mientras nos hablaba de los preparativos que realizaba para forjar un reino prospero, no fui descortés y espere el momento adecuado para retirarme a mi habitación que tiempo antes su Vasallo nos había indicado. Agradecí sus servicios y me retire con cortesía, estaba agotado y necesitaba tiempo para meditar, pero mucho mas importante era el echo de que tenia que preparar mis conjuros, no quería que vuelva a pasarme lo de hoy ya que quizás la próxima no pudiese estar contando esta historia.
Farent- Mensajes : 4
Fecha de inscripción : 07/02/2011
Página 1 de 1.
Permisos de este foro:
No puedes responder a temas en este foro.
|
|